Friday 29 October 2010

Photoshop es una Máquina del Tiempo


Hace un tiempo leía en Smashing Magazine acerca del "Agonizante arte del diseño" y las réplicas de la introducción de programas digitales en el diseño y la ilustración. Personalmente no suelo adherir a las muchas alertas de desastre que el uso de las nuevas tecnologías levanta en las áreas de las artes tradicionales. Este artículo hablaba acerca de la tendencia creciente de los diseñadores a dejar de lado estrategias manuales de creación (incluso visualización) y a utilizar cada vez más programas de diseño y creación como Photoshop, Illustrator e InDesign. ¿El problema con esta tendencia? que los diseñadores se conviertan en "toolies" o individuos que navegan de una aplicación a otra sin apropiarse de ninguna, confundiendo el proceso de creación con el de ejecución; las habilidades manuales como el bosquejo y el collage son muy utiles en la etapa de creación del concepto y de composición inicial mientras que manejar una serie de programas de diseño parecen ser más útiles al momento de ejecutar. El autor advierte sobre los peligros de mal utilizar las tecnologías del diseño, y de caer en el engaño de que saber usar efectos en Photoshop es lo mismo que resolver y comunicar eficazmente un concepto.
A pesar de que esta advertencia puede ser necesaria, lo que a mi me ha interesado desde que comencé a pintar digitalmente es que Photoshop es una máquina del tiempo. No sé si antes alguien ha conceptualizado así la experiencia de pintar digitalmente pero para mí es definitivamente un fenómeno sensorial y cognitivo digno de la ciencia ficción.

Vamos por partes. Para quienes nunca han pintado digitalmente el proceso es más o menos así aunque varía de persona en persona:
- El lienzo es una superficie plana en disposición vertical que es la pantalla de tu monitor. Esta pantalla es luminosa.
- Las herramientas de pintura son variadas y pueden ser un pincel, lápiz, brocha, cubo de pintura, difuminador, goma de borrar, etc. Es decir, elementos que quieren ser análogos a herramientas que se usan para pintar en la realidad. Dependiendo del programa, tienes más o menos herramientas o en diversos formatos.
- Mi proceso creativo consiste en escanear las líneas o el boceto junto con las texturas pintadas previamente en acuarela o acrílico o pastel o carboncillo. Luego me dispongo a hacer un collage digital. Algunas veces pinto todo digitalmente y otras veces utilizo las texturas en mayor medida.

Tradicionalmente el proceso de creación artística dependía exclusivamente de la manualidad. Y por manualidad me refiero a esa comunicación visomotora en la cual el concepto y la composición de la imagen se van construyendo a medida que se plasman en una superficie. Es un ejercicio a tiempo real, donde el artista autoregula su propia producción en el momento que la genera. También es un ejercicio de ejercitación mental y de autocorrección constante, donde se observa el producto creado y se van haciendo correcciones en composición, concepto e incluso, en color o tonalidad. Quienes trabajan con collage u objetos encontrados pasan por un proceso similar que involucra armar las piezas como un rompecabezas hasta encontrar la solución visual adecuada. Con la aparición de programas de creación de imágenes digitales estos procesos se han visto alterados en aspectos que aún no entendemos completamente. No me voy a referir extensamente al arte digital ya que parece que en los blogs uno no se refiere extensamente a nada, pero sí quiero referirme a que la producción de objetos de arte, ya sean ilustraciones, instalaciones, fotografías, videos, etc. digitales poseen una estética propia, que no se parece a nada producido en forma análoga. A pesar de que muchos programas de ilustración se promocionan a través de la promesa de la imitación de técnicas análogas (en especial la acuarela) la verdad es que la estética propia de lo digital se deja ver. Y se deja ver en esa condición esencial de todo objeto producido o retocado digitalmente que es que instala la duda en tu cabeza: ¿cómo está hecho eso? o ¿es eso acuarela o...?. Es en el lugar donde se instala esa pregunta que surge la estética de lo digital, a pesar de que en muchos ámbitos la producción digital de imágenes se encuentra identificada y asumida, y me refiero al diseño, a la fotografía y a la ilustración. Digo esto porque creo que el verdadero valor de la ilustración digital no está en la imitación de lo análogo sino en la exploración de esa estética que surge de la incertidumbre de sus materiales.


¿Qué tiene que ver esta idea con los saltos temporales? y es que creo que, a nivel particular y como experiencia personal, el proceso creativo digital está marcado por los viajes en el tiempo. No es lo mismo generar una imagen estando sujeta al tiempo real de producción y retroalimentación que te da el bosquejarla sobre un papel que generarla en una pantalla con un programa que te permite borrar todo vestigio de lo que hiciste anteriormente y, es más, borrar lo que borraste y volver a donde estabas en un principio. Esta capacidad de viajar en el tiempo no solo abre extensamente el campo a la experimentación sino que, además, incide en la forma en que aprendemos a pintar digitalmente. Si hay un espacio en el cual la frase "la práctica hace al maestro" cobra sentido es en el ámbito de las artes. En nuestras manos tenemos una herramienta que modifica la forma en que aprendemos con cada práctica, con cada nueva imagen que creamos (como toda herramienta análoga) sin embargo ésta lo hace modificando nuestros esquemas temporales.
Me explico; Primero, el concepto de error no es asumido completamente al trabajar digitalmente una ilustración; podemos retocarla y deshacer errores hasta el infinito lo que elimina la condición de definitivo de una intervención. Esto lleva a que no evaluemos con la misma intensidad una intervención que si lo hiciéramos con medios digitales, ya que el impacto es reversible. Segundo, la experimentación es libre, debido a que podemos volver atrás y arreglar lo que salga mal; el concepto de experimentación disminuye su riesgo. Y, por último, el concepto de incertidumbre. Se suele creer que al utilizar medios que nos permiten volver atrás en el tiempo no existen los "errores felices" o aquellas equivocaciones que, usando medios análogos, resultan en un efecto o impacto no buscado pero que se obtiene de todos modos y nos gusta. Quizás la consecuencia mas rebatible es esta última. Podemos obtener "errores felices" utilizando medios digitales. Tan solo tenemos que manipular las herramientas con cierta incertidumbre. Utilizar programas digitales nos lleva a pensar que estamos en completo control de nuestro producto, de modo que hay que introducir el error en forma intencional, pero descontrolada. Lo que suelo hacer es cortar una textura en forma rápida y desprolija, o convertir brochas utilizando selección de gamas de colores en vez de utilizando la pluma. Pequeñas tecnicas como éstas nos permiten generar efectos desconocidos al momento de crear imágenes digitales y, como podemos viajar en el tiempo, deshacer si no nos gustan.

Aún queda mucho por explorar en relación al proceso creativo digital. Por ahora me conformo con realizar saltos temporales domésticos, y a convencer a mi cerebro con que la habilidad de deshacer los errores está sobreestimada.

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